Semana 2
No touchdowns, no sacks, no turnovers
Pittsburgh Steelers fueron aplastados por sus eternos rivales, Baltimore Ravens, por una diferencia de 20 puntos.
Los Acereros, luego de ganar ajustadamente contra los Browns de Cleveland en Heinz Field el domingo pasado, no pudieron demostrar una clara recuperación en ningunos de los dos lados del balón.
Luego de que los últimos partidos entre ambos rivales de división fueran decididos por menos de tres puntos, en esta ocasión los Ravens demostraron clara superioridad, más en el marcador que en el campo de juego.
- La clave de esta disparidad fue el aprovechamiento de las oportunidades.
Las oportunidades se fabrican o se ceden.
Pero está claro que las oportunidades en este deporte no llueven como maná del cielo.
Al igual que en la primera semana la primera marcha ofensiva estuvo bien dirigida, con un buen balance entre jugadas por tierra y por aire, pero en ninguna de las dos ocasiones los Steelers finalizaron anotando TD: en el partido contra los Browns debido a una falta por holding que invalidó un TD y este jueves el WR Justin Brown soltó el balón en el ingreso a la zona roja.
La respuesta de los Ravens fue contundente. Con la colaboración de Cortez Allen, quien cometió dos faltas que habilitaron sendos 1er y 10 (facemask y pass interference sancionada en la propia yarda 3 de los Steelers) el QB Joe Flacco lanzó un pase al TE Owen Daniels quien lo recibió en soledad llamativa dentro de la zona de anotación.
Con el marcador 0 – 10 peoducto de un FG anotado por Justin Tucker, los Steelers comenzaron su tercera marcha de manera prometedora. Alcanzaron a meterse dentro de la yarda 10 rival gracias a una corrida de Le’Veon Bell y una reversible de Antonio Brown, quien más adelante, en 3er y corto fue detenido quedando solo con una oportunidad de gol de campo que Suisham capitalizó con 3 puntos para su tablero.
La defensiva acerera detuvo a los Ravens y en la marcha final de la primera mitad volvieron a aparecer las inconsistencias de la unidad comandada por Ben Roethlisberger: el LB Elvis Dumervil arrolló a Marcus Gilbert y atrapa a Big Ben en mitad de campo. Más adelante, en 3er y 4, un false start retrasa 5 yardas a la ofensiva que tuvo que entregar el balón luego de un pase a la nada del Mariscal Acerero.
Así finalizó la primera mitad.
De los Steelers poco…
La segunda mitad comenzó con una férrea defensiva acerera que negó el primer down e hizo despejar a los Ravens, en 4 y 19 bien dentro de su campo de juego.
A su tiempo, el avance Steeler se topó con Elvis Dumerville, quien capturó a Ben Roethlisberger por segunda vez en la noche y abortó una ofensiva que había tenido como protagonistas a Brown y al cada vez más decisivo Le’Veon Bell. Suisham acercó a los Steeler a un esperanzador 6 – 10
La siguiente marcha de los Ravens expuso las debilidades que tienen los Acereros para cubrir la zona interior del downfield. Por allí fue Flacco con Dennis Pitta (quien corrió 10 yardas más luego del primer contacto), con Steve Smith Sr, con Daniels, otra vez con Smith Sr y finalmente con Daniels que fue detenido antes de que pudiera protegerse por Troy Polamalu.
Falta personal y 1er y 10 automático desde la yarda 8. Dos jugadas más tarde la misma infracción le fue sancionada al N° 23 Michael Mitchell, situación que puso a la escuadra de Flacco en la yarda 2 y con un pase corto por el centro contacta, por segunda vez en la noche, a Daniels para sumar de a 7.
Lo que siguió fue una sucesión de punts, goles de campo, dos entregas de balón más de Pittsburgh (otro fumble de Heath Miller y una INT de Ben, en zona roja cuando el destino del partido y de los visitantes estaba ya sellado)
- Una ofensiva más horizontal que vertical
Analizemos el juego de los Steelers a la ofensiva.
El entrenador Todd Haley escogió una estrategia de pases cortos, jugadas reversibles y de pantalla que no explotaba la sorpresa ni estiraba a la defensiva local. El resultado fue un juego monótono y previsible.
Ben Roethlisberger estuvo errático. Tanto que lanzó 5 pases en donde se advirtió claramente desentendimiento con las rutas que debían correr sus receptores. Fue capturado en 2 oportunidades. La línea ofensiva, sobre todo del lado de Gilbert pudo hacer poco para proteger el pase.
Le’Veon Bell corrió tantas yardas por tierra como por aire. Es un jugador extraordinario, paciente en la espera del hueco por dónde correr, explosivo, gran receptor de pases en jugadas de pantalla o como vía de escape.
- Si logra mantenerse sano dará mucho hablar a la Nación Steeler
.Por supuesto que las 3 entregas de balón y las capturas fueron determinantes para el desarrollo del juego y en el ánimo de todos los jugadores.
Una defensiva sin chispa
El desempeño de la defensiva también fue decepcionante.
Coach Bill Cowher comentó que ambas defensivas estaban construidas o diseñadas para no permitir grandes jugadas a las ofensivas rivales. La defensiva local lo demostró pero la de los Steelers, no. Más aún. La defensiva de Baltimore generó sus propias grandes jugadas.
Siempre bromeo con KT, @steelCurRis, diciéndole que la defensiva de los Steelers debería pasar un tiempo de la temporada baja aprendiendo a tacklear con la selección argentina de rugby, Los Pumas (al momento de escribir estas líneas acabo de ver cómo los Pumas sostuvieron el partido que casi empatan con Australia, sin tener posesión de la pelota en absoluto y a base de puro tackle durante todo el primer tiempo)
- Ya no lo digo más en broma.
Detrás de la línea de golpeo de los Steelers existía un corredor por el que Joe Flacco lanzó pases, es cierto, también cortos a discreción sin que los linebackers ni los profundos llegaran a tacklear ni a desviar. Los corredores acarreaban también sin mucha dificultad.
- Se vió una defensiva anodina y lenta, incapaz de acosar al QB Flacco (no recuerdo una situación en la que Flacco debiera correr por su vida).
Pero sin dudas el déficit más importante de esta defensiva fue la incapacidad de generar turnovers y la comisión de faltas, todas ellas muy costosas.
Mucho se podrá discutir si el juez Hochuli debió o no cobrar las faltas personales (yo creo que estuvieron bien cobradas). Pero hubo de todo: agarrones por la máscara, interferencia de pase, y las citadas faltas personales.
- Lo cierto es que los pañuelos estuvieron en el césped. No hay nada más que se pueda agregar.
Ahora queda bastante tiempo para la recuperación antes del partido contra los Panthers.
Es cierto que recién van dos juegos en esta temporada. 1 – 1 no es para apretar el botón de pánico. Pero hay mucho trabajo por delante.
La tarea es lograr conformar un equipo sólido y confiable.
Nada de esto se vió en ninguno de los juegos, excepto en la primera mitad del primero.
Hacia allí hay que ir.
Dr. de Acero
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