En el Monday Night Football, Pittsburgh se quedó con el premio a la perseverancia
Hubiera sido un sueño para Ed Sabol de NFL Flims tener en sus manos el video en crudo de este partido. Recortarlo, moldearlo, remodelarlo, darle forma de epopeya.
- Agregarle el relato de John Facenda, esa voz profunda, que eriza los vellos e inspira el alma.
Que enciende el ánimo, que te deja incrédulo frente a la pantalla preguntándote si lo que acabas de ver acaso fue real o es el producto fantástico de un creador de hazañas holywoodense.
Tal fue el tenor del resurgimiento desde el más profundo abismo en que había caído la ofensiva que, si aún contara con su timonel natural, Ben Roethlisberger, estaría llamada a ser contendiente por el trofeo Lombardi.
Pues la ofensiva acerera no era más que un sombrío muestrario de incapacidades. No había forma de que hallasen una línea directríz. Un sendero por el que sacar el juego adelante.
Para explicarme mejor pongámoslo del siguiente modo:
- Durante los primeros 52 minutos de juego la ofensiva Steeler anotó solo 3 puntos.
Si lo vemos en yardas recorridas y logros obtenidos:
En las 4 primeras series completaron 97 yardas para 4 despejes.
La serie siguiente fue para 47 yardas y un FG.
Más adelante 33 yardas para despejar y luego una intercepción mientras moría la primera mitad.
Pero lo peor estaba por venir…
Apenas comenzado el 3er cuarto, Jarvis Jones forzó un fumble que recuperó Shamarko Thomas. De este turn over (y todos sabemos cuánto nos cuesta obtener un turn over…) se avanzó 6 yardas para despejar.
En todo el 3er cuarto se avanzó… 10 yardas
Pero la defensiva acerera, mientras tanto, era la que sostenía el partido:
Produjo un fumble
Negaba sistemáticamente la conversión de terceros intentos
Una intercepción devuelta por Antwon Blake para touchdown…
Y además, luego de un comienzo plagado de infracciones, los equipos especiales habían encajonado a los Chargers dentro de la yarda 5 en un par de ocasiones
Pero debido al enorme desgaste de sus integrantes, durante el final del tercero y comienzos del 4to cuarto, la defensiva permitió 10 puntos. El tablero mostraba un amargo y frustrante 17 a 10 a favor de los locales, diferencia que a esas alturas se nos aparecía como irremontable.
Run, Le’Veon, Run…
Parecía que esa era la orden desde la banda acerera.
Claro, la defensiva de San Diego era la 29° de la Liga en contra del acarreo. Era natural este plan de juego. Pero lo cierto es que no se veía tan fácil convalidar esa estadística en el campo de juego. Bell hacía algunos grandes acarreos entremezclados con otros muchos pobres acarreos.
Y la unidad sólo consiguió convertir el 30 % de terceros intentos.
Michael Vick había lanzado 87 yardas en esos 52 minutos de partido y había limitado a Antonio Brown a 2 recepciones y 41 yardas.
Me preguntaba ¿cómo un jugador que en 2004 firmó con los Atlanta Falcons, un contrato a 10 años por 138 millones de dólares, hoy es incapaz de lanzar un solo pase más allá de las 10 yardas siguientes teniendo al otro lado receptores de la talla de Antonio Brown o Le’Veon Bell?
Es que acaso olvidó cómo se lanza el ovoide?
O acaso obedecía a ojos cerrados el plan de juego trazado por Coach Todd Haley?
La controversia de Landry Jones
Tan incapaz se lo veía a Vick de avanzar el ovoide con 8 minutos por jugar y perdiendo por 7 puntos que se me ocurrió twittear lo siguiente…
Ahora sí que estamos jodidos… Creo q, perdido x perdido, habría q darle una oportunidad a Landry…
— El Dr. de Acero (@ghvallejos) October 13, 2015
Las respuestas que recibí fueron de reprobación.
Desde un lacónico “¿Qué?” de KT hasta un “No, Doc. Landry Jones no es un jugador de NFL… ni de cerca” de parte del Amigo Carlos Ortega (@caorfdz) desde el DF.
@ghvallejos No Doc…Landry no es jugador de NFL…ni de cerca
— Carlos Ortega (@caorfdz) October 13, 2015
Pero puedo justificar mi reclamo aunque los hechos posteriores demostraron lo equivocado que estaba.
- Landry Jones es un jugador mediocre, es cierto.
Pero puestos a comparación, hasta ese momento Vick también parecía que lo era. No encontraba a sus receptores: o pasaba largo, o peligroso, hasta casi con rumbo de intercepción.
Además Vick pareció luchar toda la noche contra el libro de jugadas, materia que debería dominar mejor (aunque sea en teoría) Landry Jones…
- Contra el libro de jugadas y contra Todd Haley. Vick lucía maniatado, preso de su impotencia. Sin atreverse a lanzar. Contenido.
Por su parte Jones, tiene un brazo respetable, y pudo haber lanzado algún que otro pase hacia el frente en el terreno.
O tal vez, no.
Pero Vick, tampoco podía.
Y “si quieres resultados diferentes tienes que hacer cosas diferentes”:
O sueltas a Vick o entras a Jones.
Finalmente Vick se soltó y fue él quien hizo lo diferente.
El As en la manga
No había terminado de enviar el citado tweet cuando Vick suelta la bomba de 72 yardas a Markus Wheaton para touchdown que pondría el resultado igualado en 17 y cambiaría definitivamente el partido.
A partir de ese momento el QB #2 fue otro.

Todavia Mike Vick puede correr, gracias a dios….
En la siguiente serie ofensiva y estando otra vez abajo en el marcador, esta vez por 3 puntos y con 2:38 por jugar, MV lanzó 7 pases, completó 4 para 44 yardas (uno de ellos lanzado a la carrera para recepción de 16 yardas de Darrius Heyward-Bey) y acarreó un balón clave en la serie, en 3era oportunidad.
Y dejó el ovoide en la yarda 1 de San Diego, para que LeVeon Bell diera la estocada final, con 5 segundos por jugar. Sólo el tiempo para una jugada.
Nada más y nada menos: Gol de Campo para el rookie Chris Boswell y a tiempo extra o ir por el partido.
Se nos paralizó el corazón…

Le’Veon Bell
Steelers Digest player of the week para @MikeVick
Y creo que lo merece. En lugar de Bell.
Sólo por un hecho que creo que es central:
El que se superó, el que batalló contra sus limitaciones (hayan sido propias o impuestas desde la banda) y salió adelante fue Vick. Bell jugó de manera única, como en general lo hace.
Vick se quedó con la chica más bonita del baile… Y eso es algo que nadie esperaba.
“No es cómo comienzas sino cómo terminas” Mike Vick
El Dr. de Acero