Any Given Sunday
Finalmente los Pittsburgh Steelers cayeron ante los Denver Broncos derrotados en Mile High y así se terminó la campaña 2015.
Un año repleto de adversidades, bajo las cuales muchos equipos sucumben, se desgranan y desangran.
No los Steelers.
Estoy conmovido por el equipo y por sus fans.
Al menos por la mayoría de ellos que muestran su orgullo de “nacionalistas acereros” en las redes sociales, donde todos convergemos para demostrar la pertenencia a una idea ética, a una visión humana del deporte, aún sabiendo del negocio detrás del show.
En este equipo hay una esencia humana por sobre el show.
Es lo que queda, al final del día.
El honor, el orgullo, la entrega.
Es el compañero.
Nada de esto se consigue sin una cabeza. Sin un líder.
Sin el Coach Tomlin.
Este es su equipo. Son sus muchachos. No existirían estos jugadores, este tipo de jugadores sin el Coach Tomlin.
- En este final de temporada no me interesa el juego sino cómo los Steelers jugaron el juego.
Por eso, y pidiéndole permiso a KT y a ustedes, que en realidad no sé cuántos serán, quiero hacer algo un poco inusual. Traté de traducir (y espero poder transmitir el espíritu del texto) el extraordinario monólogo del film “Any given Sunday” de Oliver Stone, en la piel del Sr. Al Pacino.
Más allá de que en esta pieza actoral se hace referencia a la trama de la obra, como es lógico, creo que se pone de manifiesto el espíritu profundamente humano del deporte.
De lo que significa la palabra equipo.
Estoy orgulloso de ser parte de la Nación Steeler.
“No sé qué decir realmente.
Tres minutos
para la batalla más grande de nuestras
vidas profesionales.
Todo confluye al día de hoy.
O nos curamos, como equipo
o nos derrumbamos.
Pulgada a pulgada
Jugada a jugada.
hasta que estemos acabados.
Ahora estamos en el infierno, caballeros.
Créanme
Y
podemos permanecer aquí
y que nos tape la mie&@#,
o podemos pelear por nuestro regreso
a la luz.
Podemos trepar fuera del infierno.
Una pulgada a la vez.
Ahora, yo no puedo hacerlo por ustedes.
Soy demasiado viejo…
Miro alrededor y veo estas caras tan jóvenes
y pienso,
quiero decir…
Tomé todas las peores decisiones que
un hombre de mediana edad puede tomar.
Yo, oh,
derroché todo mi dinero,
lo crean o no.
He ahuyentado
a todos los que me han amado alguna vez.
Y últimamente,
ni siquiera soporto la cara que veo en el espejo.
Uds. saben, cuando te pones viejo,
las cosas te son arrebatadas.
.
Eso, eso es parte de la vida.
Pero,
uno sólo lo aprende cuando
empiezas a perder cosas.
Te das cuenta de que la vida es un juego de pulgadas.
Así como el football.
Porque en cada uno de esos juegos,
vida o football,
el margen de error es tan pequeño…
Quiero decir,
medio paso demasiado tarde o demasiado temprano
ya no lo consigues.
Medio segundo demasiado lento o demasiado rápido,
y no la atrapas.
Las pulgadas que necesitamos están
a nuestro alrededor.
Están en cada pausa de juego.
En cada minuto, en cada segundo…
En este equipo, luchamos por esa pulgada.
En este equipo, nos rompemos, y cada uno a nuestro alrededor,
en pedazos
por esa pulgada.
Nos AFERRAMOS con nuestras uñas
a esa pulgada.
Porque sabemos,
cuando sumamos todas esas pulgadas,
que eso va a hacer la pu#@ diferencia
entre GANAR y PERDER.
Entre VIVIR y MORIR.
Y les diré esto:
En cualquier lucha,
es el tipo que está dispuesto a morir,
el que va a ganar esa pulgada.
Y yo sé
que si voy a tener algo más de vida,
es porque, aún estoy dispuesto a pelear
y a morir por esa pulgada.
Porque de eso se trata VIVIR:
Las seis pulgadas frente a tu cara.
Ahora, yo no puedo hacer que lo hagan.
Tienen q mirar al tipo que está a su lado.
Mirarlo a los ojos.
Ahora yo pi que van a ver a un tipo
que irá con ustedes por esa pulgada.
Van a ver a un tipo
que se va a sacrificar por este equipo
porque el sabe que llegado el momento,
Uds van a hacer lo mismo por él.
Eso es un equipo, caballeros.
Y, o nos curamos ahora, como equipo
O moriremos, como individuos.
Eso es el football, muchachos.
Ahora, qué van a hacer?
El Dr. de Acero