En la entrega anterior estuvimos repasando cómo las entregas de balón afectaron de manera decisiva el resultado final de la temporada 2018.
Ahora es el turno de los errores en la ejecución
Mucho se ha discutido acerca de si los Pittsburgh Steelers es un equipo mal dirigido por el staff encabezado por el Coach Tomlin, o si en cambio, lo que sepultó las aspiraciones de disputar el Super Bowl LIII fue un déficit grave en la ejecución.
Pero ¿cómo evaluar objetivamente la “ejecución”? ¿Qué aspectos del juego, a ambos lados del balón y en los equipos especiales representan objetivamente “la ejecución”?
Según la Real Academia Española “poner en ejecución significa ejecutar, llevar a la práctica, realizar”. Entonces el paso siguiente es buscar aquellos indicadores que permitan evaluar de manera más objetiva la aptitud del equipo para conseguir el objetivo, que en este caso es ganar el partido. Como ejemplificaba en el artículo anterior, mi idea es realizar una “auditoría” a los números del equipo.
¿Fueron los Steelers el mejor equipo de la liga, como se pregonaba a mediados de año?
Claramente la respuesta es NO. Pero, ¿qué tan lejos se estuvo de eso?

JuJu Smith-Schuster noto un touchdown en le finale contra los Bengals. Photo Credit: Barry Reeger, PennLive.com
¿Una ofensiva de élite?
Para comenzar analicemos el indicador más duro de ejecución: el resultado.
Todos conocemos de memoria este ítem: 9 – 6 – 1 (otra temporada ganadora para el Coach Tomlin, argumentarán sus defensores. Temporadas ganadoras sin títulos es (en palabras de Carlos Ortega) agua tibia, rugirán sus detractores)
Nueve – 6 -1 parece hablar de un equipo mediocre, y 9 – 6 – 1 sin postemporada, peor aún.
Trataré de hacer que la farragosa sucesión de números que siguen no noquee al lector a la altura del segundo párrafo…
Anailcemos a la ofensiva en su conjunto y por secciones.
- Como conjunto, se puede decir que fue el 7° mejor equipo en puntos anotados… Muy bien!
- Dentro de la zona roja anotó TD el 73,5% de las veces. Primero en la Liga: excelente!!
- Convirtieron el 44,4% de los 3er downs lo que los ubica 8° en este rubro: otra vez, muy bien!
Hasta ahora no parece tan mal, o sí?
En yardas recorridas por drive se ubicaron 6° con poco más de 32 yds por serie. El objetivo del drive es anotar (a veces consumir el reloj, es cierto) asique hay que ver cuantas veces se convirtieron puntos en esos drives (ya hablamos de esto en el capítulo anterior): 37 % de las veces (ranking 18°) Y ¿cuántos puntos se anotaron? ¿predominaron los TD? ¿o los goles de campo? Puntos por drive anotador: 2.23 puntos (como si cada vez que anotaban fueran goles de campo) Pero ojo, sólo 8 equipos convirtieron más puntos por drive anotador!
Decíamos que otro objetivo de las series ofensivas, aparte de anotar, claro, es consumir el reloj y controlar el ritmo del partido, manteniendo a la ofensiva rival fuera del campo. Pues aquí no se estuvo tan bien. Pero tampoco tan mal: 2:44 minutos por drive (ranking 14°)
Finalmente se retrocedieron 1.026 yardas por infracciones (este ítem atañe tanto a la ofensiva, la defensiva y equipos especiales) siendo el 3er peor equipo, solo superados por Kansas City y Jacksonville.
Ahora algunos datos por sección ofensiva.
El tándem QB-Receptores.
- 5008 yds aéreas (2°)
- Los receptores atraparon el 67% de los envíos (ranking 13°)
- Intercepciones 17, compartiendo el 6° peor puesto con Cleveland (2,5% el porcentaje de veces que fue interceptado por intento de pese – ranking 20°-)
- Ben Roethlisberger fue el líder pasador con 5.129 yardas y un QBR de 95,5 (ranking 13°)
- El rating de QB de Big Ben cuando iba perdiendo fue más alto que el rating general (101.6 cuando iba perdiendo) Si va perdiendo faltando menos de 4 minutos el QBR baja a 80 y sorprendentemente cae a 67 dentro de los 2 minutos finales.
Línea ofensiva:
- Permitió sólo 24 capturas de QB (ranking 4to mejor) o, visto de otro modo,
- Permitió capturas el 3,4% de las veces que se intentó pase (2do mejor. Excelente!!!)
Juego terrestre:
La negativa de LeVeon Bell a retornar al equipo tuvo consecuencias innegables, aunque para sorpresa de casi todos James Conner superó largamente las expectativas. Pero alguien, en la dirección ofensiva del equipo, no tenía la misma confianza. No sé si fue MT, Coach Fitchner o el propio Ben el responsable de que durante largos momentos, el juego terrestre se mantuviera fuera y congelado.
- El resultado? el 2do peor ataque terrestre de la Liga. Sólo 90,3 yds por tierra por juego. Ofensiva desbalanceada y predecible.
Si se analiza el juego terrestre por mitades (quiero decir, discriminado en primera y segunda mitad del partido) el promedio de yardas totales, yardas por acarreo y TD terrestres, veremos que no hay diferencias.
- James Conner se perdió 3 partidos por lesión y aún así fue el 3er RB en cantidad de TD anotados, ganando así su lugar en el Pro Bowl por primera vez.
Si vemos el desempeño del ataque aéreo también dividido por mitades se puede ver que Big Ben lanzó casi el doble de intercepciones en la primera mitad y ¼ más de TD en ese segmento del juego. En efecto, en lo que respecta a los pases de TD Ben fue más prolífico en el 2do y 3er cuartos.
Hasta aquí las estadísticas de la ofensiva.
De 14 items trascendentes analizados, la ofensiva es top 10 en 7 (de ellos, 3 top 5)
Llegó el turno de auditar a la defensiva y los equipos especiales
¿Fue realmente la defensiva tan mala?
Por este lado las expectativas eran más modestas. Luego de la lesión de Ryan Shazier nada fue lo mismo y esta escuadra se veía herida de muerte durante el resto de la temporada 2017.
En 2018 se llevaría a cabo la reparación de la unidad con la llegada de los veteranos Jon Bostic y Morgan Burnett y del novato de primera ronda, Terrell Edmunds se intentaría emparchar (aunque sea a medias) la ausencia del Playmaker.
Veamos algunos números:
- Permitieron 360 puntos (un mediocre 17avo lugar) y en zona roja ocuparon el mismo puesto del ranking, permitiendo 59.2 puntos.
Los números más destacados fueron en (atención que me llevé alguna sorpresa):
- Tackleo: 107.9 (9°. Desafortunadamente no pude encontrar la estadística de yardas después de la atrapada y después del contacto pero intuyo que se ha mejorado de manera muy significativa)
- Pases defendidos: 83 (ranking 3° y a pesar de Burns. Primera gran sorpresa!)
- Defensa contra el pase: 10° (Segunda sorpresa!)
- Presión sobre el QB rival: 52 sacks (1° puesto en la Liga)
- Defensa contra el juego terrestre: 10° en Yardas por intento y 6° en yardas por partido
- Y aquí comienzan los problemas: recuperaciones de balón INT 15 (ranking 29°) y fumbles recuperados 7 (21°)
- Durante las 2das mitades esta defensiva se vió más vulnerable puesto que triplicaron los TD por tierra permitidos y sólo interceptaron 2 balones contra los 6 en las primeras mitades.
- Por otra parte mostró poca capacidad de recuperación o de sobreponerse al marcador ya que le anotaron 22 TDs mientras iban abajo en el marcador y sólo 7 mientras iban ganando.
“Illegal block in the back” o El trabajo del Coach Smith
El título se explica por sí solo…. Sigamos adelante.
Los equipos especiales mostraron claroscuros. Hubo bloqueos de patadas cruciales, hubo TD, pero el debe más importante y doloroso fue el bajón de rendimiento de quien, con derecho, de había convertido en la 5ts “B” de los Killer B’s: Chris Boswell.
Pasó de un porcentaje de 92%para goles de campo en 2017 a 65% en 2018, con 9/10 en GC de 40 a 49 yds en 2017 y 5/10 desde la misma distancia en 2018. Inexplicable. Y catastrófico para el equipo.
Veamos algún detalle:
- En las semanas 1 y 2 tuvo 1 GC en cada partido y los falló (el de Cleveland ganaba el partido)
- Contra Denver fue 1-2
- Contra Oakland fue 0-2
De jugador indiscutido (contrato multianual mediante) pasa a pelear por su puesto en el campo de entrenamiento próximo.
Switzer tampoco fue un dechado de talento al devolver patadas. Promedió 8 yds en paradas de despeje (ranking 17°) y 19.3 yds al devolver KO’s (31°)
Una estadística me llamó la atención. Es el punto, promedio, desde donde partía la ofensiva. Ese punto fue la yarda 26. (Ranking de la liga 31°)
Hasta aquí, los números que me parecieron más importantes
Pero entonces, ¿las estadísticas del equipo dan respuesta a nuestra pregunta original, sobre qué fue lo que pasó con este equipo en esta temporada?
La respuesta es, a mi entender, que no. Es más, estas estadísticas parecen describir a otro equipo.
Los números delatan algunas características o comportamientos del equipo que podrían ir en la dirección de dar una respuesta.
Por ejemplo, el hecho de que Big Ben anote menos TD en la segunda mitad, puede ir en detrimento de la capacidad del equipo para cerrar o dar vuelta un partido.
- Lanzar más intercepciones al comienzo del encuentro, explica o es reflejo de lo que todos vimos: se empezaba lento.
Es sabido que las infracciones matan ofensivas o muchas veces exponen con crudeza incapacidades o falencias técnicas individuales o de conjunto. Que se haya perdido semejante número de yardas por infracciones no ha sido gratis. Con el correr de los partidos la cosa fue mejorando.
Pero mi conclusión es que las estadísticas, no explican el resultado de la temporada. El equipo en realidad debe salir con un Aprobado + si uno se fiara de los números.
Mi impresión es que jugadas puntuales o segmentos determinados en varios de los partidos perdidos y en el empate de la semana 1 con Cleveland, sellaron el destino del equipo. Y en general estos eventos están relacionados con pérdidas de balón.
La diferencia entre ganar y perder estuvo en errores mentales, de concentración. Aún cuando el equipo se mostró más carente de ideas, se mantuvo en condiciones de dar vuelta el resultado o de llevar el partido a tiempo extra. Pero allí ocurría el error mental que sepultaba las aspiraciones.
Se perdió por 5.66 puntos promedio por partido. Pero esta cifra es engañosa, también, hasta cierto punto, porque está llevada hacia arriba por la derrota contra Ravens que fue la diferencia en puntos más abultada (12 puntos) Si se quita este partido la diferencia en puntos en partidos perdidos sería de 4 puntos. Por poco más que un gol de campo…
- Nunca el equipo fue arrasado en el campo de juego.
En definitiva, la diferencia se puede decir que estuvo en los detalles, en determinados momentos de los partidos, en la falta de esa energía o talento extra que tienen los equipos campeones.
En favor de los detractores de Tomlin, tal vez ese plus le corresponda a la influencia del Head Coach para identificar en el momento adecuado qué es lo que le está faltando al equipo.
- Ese talento extra nunca llegó. Ni del Head Coach, ni de parte de los jugadores.
Esta no es, ni pretende ser, la visión definitiva. Es, en tal caso, mi interpretación de una temporada que finalizó de manera muy extraña, decepcionante, por los resultados y por los sucesos que se ventilaron luego de la semana 17.
El Dr. de Acero